El buscador y el buscado

Un Político, al ver el Pavo gordo que buscaba para la cena, puso en un anzuelo, como carnada, un grano de maíz, y lo arrastró por delante del ave en el extremo de una larga y casi invisible línea. Cuando el Pavo tragó el anzuelo, el Político echó a correr, tirando de la criatura.

¡Conciudadanos! —gritó, dirigiéndose a algunos criadores de pavos que encontró en el camino—. Observaréis que el hombre no busca al pájaro sino que el pájaro busca al hombre. Por esta cena inesperada y no buscada os quedo agradecido de todo corazón.

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