Top posts
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El niño
¡ Qué lindo es ese niño, con abrigo y gorro de pieles, que su madre le hizo de un viejo abrigo suyo!... ¡Parece un cosaquito! Mientras su madre, en el corredor de la casa, remienda sus pañales del cesto que tiene al lado, él, sentado junto a ella sobre...
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Dos Médicos
Un Viejo Malvado se enfermó y mandó llamar a un Médico que le recetó algo y se fue. Después el Viejo Malvado mandó llamar a otro Médico (al que no le habló del primero), y éste le dio un tratamiento totalmente distinto. Así continuaron las cosas, durante...
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La Verdad y el Viajero
Un Hombre que viajaba por un desierto se encontró con una Mujer. — ¿Quién eres —preguntó el hombre—, y por qué vives en este sitio tan inhóspito? — Me llamo Verdad —respondió la Mujer—, y vivo en el desierto para estar cerca de mis adoradores cuando sienten...
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El Labrador y la Zorra
Un Labrador que sentía un implacable y mortal odio a cierta Zorra, la atrapó y le ató un trozo de estopa a la cola; después la llevó al centro de su propio campo sembrado, prendió fuego a la estopa y dejó escapar al animal. — ¡Ay! —dijo el Labrador al...
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El zorro y el conejo
Una vieja tenía una huerta en la que diariamente hacía perjuicios un conejo. La tal vieja, desde luego, no sabía quién era el dañino. Y fue así como dijo: «Pondré una trampa». Puso la trampa y el conejo cayó, pues llegó de noche y en la oscuridad no pudo...
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Navidad en los Andes
Marcabal Grande, hacienda de mi familia, queda en una de las postreras estribaciones de los Andes, lindando con el río Marañón. Compónenla cerros enhiestos y valles profundos. Las frías alturas azulean de rocas desnudas. Las faldas y llanadas propicias...
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La Misa de Gallo
El pequeño Tito Mamani nunca era llevado a la Misa de Gallo, porque su patrona decía: «No quiero ver indios dormilones en la iglesia». Entonces Tito se dormía con su perro en un lecho de pieles de carnero. Con otros chicuelos, armaba livianas trampas...
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El Tunchi
Una radiosa luna llena alumbraba los negros dominios de la noche. Intenso olor a flores de guabos desparramaba un suave vientecillo por todas partes; era, pues, la época en que todos estos árboles frutales habían florecido en el bosque. El rumor del río...
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Un examen
— A ver, persígnese usted —me dijo el maestro en el examen público. —Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro. En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. —Muy bien... Muy bien, hombre. —¡Qué rico...
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Elegía a la muerte de Sheba
Un maravilloso crepúsculo se está haciendo en las cumbres del Ande, está ovillando sus mil hilos de oro... en las faldas de los cerros azules grises chocitas aparecen, a distancia, solitarias... La lluvia torrencial que ha pasado hace momento ha lavado...
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Eclipse
L a luz del sol se ha vuelto amarilla... Todo el paisaje es amarillo... ¿Qué pasa?... No se ve bien... Luz débil y enfermiza. Las gallinas, gritando y batiendo las alas, huyen hacia los corredores, como en busca de amparo... Mugen vacas; chanchos soplan...
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La gallina
Mañana clara... Un airecillo oloroso a maizales verdes, que llega, se aduerme suavemente en el patio... En las ramas de los capulíes de la huerta, en armonía fraternal, chillan alocadamente, piuros y zorzales, como si estuviesen cantando la alegría de...
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La Tripulación de la lancha salvavidas
La Gallarda Tripulación de una estación de socorro estaba a punto de botar su lancha salvavidas para hacer un recorrido de rutina por la costa cuando descubrió que, a poca distancia, había zozobrado una embarcación, y que doce hombres se aferraban a la...
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Padre e Hijo
— Hijo mío —dijo un anciano Padre a su fogoso y desobediente Hijo—, el mal carácter es tierra fértil para el remordimiento. Prométeme que la próxima vez que te enfurezcas contarás hasta cien antes de actuar o hablar. Apenas el Hijo hubo terminado de hacer...
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Los cañones de madera
Un regimiento de artillería de la milicia de un Estado solicitó al Gobernador cañones de madera para practicar. — Los cañones de madera —explicaron— serán más baratos que los verdaderos. — Nadie podrá decir nunca que sacrifiqué la eficiencia por la economía...
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La ciudad de la Distinción Política
Impaciente por entrar en la Ciudad de la Distinción Política antes del anochecer, Jamrach el Rico llegó a una bifurcación del camino y no supo en qué dirección seguir; consultó entonces a una Persona de Aspecto Sabio sentada al borde de la calzada. —...
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El diplomático inalterado
Durante muchos años la república de Madagonia había estado muy bien representada en la corte del Rey de Patagascar por un oficial con el grado de dazí, pero un día el Parlamento madagonio le confirió el rango superior de dandi. Al día siguiente, después...
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La Rata sagaz
Una Rata que estaba a punto de salir de su agujero alcanzó a ver a un Gato que la esperaba, y entonces descendió hasta la colonia, en el fondo del agujero, e invitó a una Amiga a hacer una visita a un granero cercano. — Podría haber ido sola —dijo—, pero...
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El Jefe del Partido y el Caballero
El Jefe de un Partido se acercó a un Caballero que había visto por allí. — ¿Cuánto pagará por tener un cargo público? — Nada —respondió el Caballero. — Pero contribuirá con algo a los fondos de la campaña para promover su elección, ¿verdad? —insistió...
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El Salteador de Caminos y el Viajero
Un Salteador de Caminos se enfrentó a un Viajero, y apuntándole con un arma de fuego gritó: — ¡El dinero o la vida! — Mi buen amigo —dijo el Viajero—, según los términos de tu exigencia mi dinero me salvará la vida y mi vida me salvará el dinero; sugieres...
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Dos Políticos
Dos Políticos intercambiaban ideas acerca de las recompensas de la función pública. — El premio que más deseo —dijo el Primer Político— es la gratitud de mis conciudadanos. — Eso sin duda debe de ser muy gratificante —dijo el Segundo Político—, pero para...
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El Patriota y el Banquero
Un Patriota que había ingresado a un cargo público siendo pobre y se había retirado rico, entró en un banco donde deseaba abrir una cuenta. — Con mucho gusto —dijo el Honrado Banquero—. Será para nosotros un placer hacer negocios con usted, pero primero...
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El salvador
Una Anciana Dama, de pie en el borde de un muelle, cerca de un Joven Zagal, repetía: — ¡Noble protector! ¡La vida que has salvado es tuya! Después de decirlo varias veces, con diferentes entonaciones, la dama saltó al agua, donde se ahogó. — Soy un noble...
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El yerno deseable
Una Persona Verdaderamente Piadosa que dirigía una caja de ahorros y que había prestado dinero a sus hermanas y a sus primos y a sus tíos y tías, fue abordada por un Andrajoso, que solicitó un préstamo de cien mil dólares. — ¿Qué garantía tiene para ofrecer?...
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El Optimista y el Cínico
Un hombre que había experimentado los favores de la fortuna y era Optimista se encontró con un hombre que había experimentado a un optimista y era Cínico. El Cínico se apartó del camino para que pasara el Optimista en su carruaje de oro. — Hijo mío —dijo...